Un café con… Alfonso Egea

Tengo la suerte de poder entrevistar al que posiblemente sea el periodista de investigación más prestigioso de España. Colaborador diario en el programa Espejo Público y un habitual reconocido de la televisión española. Alfonso Egea me recibe en la redacción de Espejo Público, en los estudios de Antena 3 (ATRESMEDIA) y después de enseñarme los entresijos de su plató en directo.

Licenciado en Periodismo y coordinador de la sección de investigación y sucesos de Espejo Público, programa de Antena 3 y uno de los líderes de audiencia de la televisión española. Este es el prestigioso currículum del protagonista de mi entrevista, Alfonso Egea, además de tener una larga y exitosa trayectoria profesional en el mundo de la investigación.

Se especializó en un tipo periodismo muy concreto como es el de investigación de sucesos y crónica negra. De esta manera se ha consagrado como uno de los mayores investigadores del caso de Marta del Castillo, convirtiéndose este caso en prioridad para su trabajo.

Sus géneros periodísticos no quedan ahí, sino que también ha publicado su libro “Hay chicos malos. El caso Marta del Castillo”, además de ser coautor de los libros “Asesinos” y “Condenado a muerte”.

¿La actualidad más inmediata atropella la escaleta y el guión previsto del programa? 

 

Este es el primer tema del que hablo con Alfonso Egea y tiene una contestación muy clara: “de forma habitual, la actualidad manda”.

Me afirma que además de toda la investigación que llevan a cabo sobre los casos, el contenido en sí de los temas puede variar en cualquier momento sumándole el interés general y de su audiencia por la información inmediata y de última hora. Esto lo han notado mucho con la oleada de atentados que han sacudido Europa en estos últimos tiempos. “Hemos desarrollado la capacidad de detectar cuándo hay una última hora y creo que es una de las grandes cualidades por las que se caracteriza Espejo Público a día de hoy. Es un programa muy consolidado, con una redacción muy coordinada, pero alcanzamos un nivel que roza la excelencia en nuestra reacción ante la última hora”. Es contundente afirmando que su programa tiene la habilidad de detectar y saber cuándo hay que tirarlo todo y volcarse con la actualidad de última hora.

Caso Marta del Castillo

 

El caso con más revuelo social en el que ha trabajado nuestro protagonista es el de la desaparición y asesinato de Marta del Castillo. Ocho años después de su asesinato sigue sin resolverse, con su asesino confeso en la cárcel y con el cuerpo en paradero desconocido. A pesar de los años transcurridos, siguen saliendo y revelándose nuevas noticias, datos sensibles y líneas de investigación.

Egea tiene, desde que ocurrió, información privilegiada y sigue el caso de primera mano, trabajando en él con el fin de dar descanso a la familia y poder resolver las difíciles dudas de la ciudadanía y de la audiencia de su programa.

“Es un hecho que ha tenido muchos componentes inéditos hasta el momento tanto sociales, la repercusión social ha sido un auténtico tsunami y lo sigue siendo, como personales. Es un caso que con el paso del tiempo te das cuenta de que has hablado con absolutamente todos los protagonistas y nos hemos metido en una especie de vorágine en la que el caso necesita una revisión y a veces la revisión de casos lleva a darte cuenta de que hay hechos que ya conocías pero que tal vez no le hayas prestado toda la atención que en aquel momento merecía”.

Me recalca lo curioso que es el caso por estar en estos momentos en manos de una brigada policial de revisión de casos, una brigada que recibe menos de seis o siete casos al año.

Aprovechando el ejemplo que le he expuesto sobre el vídeo de la reconstrucción del caso en casa de Miguel Carcaño, asesino confeso de Marta del Castillo, Egea sabía de su existencia desde el año 2009 aunque haya salido a la luz hace pocos meses. “Parecía que este era un material casi inaccesible pero con el tiempo te das cuenta que necesitas darle un plus a esa información y hay una componente de todo, de confianza, de fidelidad a las fuentes, y de absoluta confidencialidad para deteminar que un caso que ha sido juzgado con condenas en diferentes estancias…

“Pese a lo que muchos piensan, yo considero que es un éxito policial. Ten en cuenta que tienes a un hombre condenado por asesinato y a un chico condenado por encubrimiento y no tienes el cuerpo de la víctima, es un éxito policial que lleva a sentir curiosidad por cosas que tú dabas por sentado”. 

“Son casos en los que la ciudadanía pide respuestas, no todas están lamentablemente, pero intentamos de alguna manera dar descanso a esa familia y contarle a los ciudadanos datos que no saben sobre un tema que les interesa”.

Cuando un periodista lo tiene todo en su mano y no puede hacerlo público 

 

Le expongo a Alfonso y me escucha con una media sonrisa el tema de mayor controversia para un periodista consagrado y con muchos años de trayectoria y de aval.

Todos los datos posibles, informaciones, declaraciones y confesiones de los protagonistas directos de un caso recopiladas en las manos de un periodista como Alfonso Egea. Todo ello dentro de un marco de fidelidad absoluta y de credibilidad de sus fuentes.

Pese a todo esto, el periodista no puede hacer público nada de lo que tiene en su poder por determinados motivos.

Las palabras de Egea muestran la importancia de mi pregunta: “has venido en el día oportuno”.

“En Espejo Público hemos hablado de un caso muy concreto, es un caso sobre el que tenemos toda la información posible, un caso que por responsabilidad no podemos revelar todavía ni un uno porciento de lo que sabemos”.

Como experto en la materia, me hace una diferencia importante dentro de una investigación periodística. “Te encuentras con datos que tú eres perfectamente consciente de su potencial mediático, no informativo sino mediático. Eres totalmente consciente de que conseguirías una repercusión brutal, pero tienes que hacer un ejercicio de responsabilidad y tienes que pensar si realmente ese dato ayuda a tu función como periodista. Un periodista tiene que informar sobre cosas desconocidas pero tenemos una dosis de responsabilidad tan grande que cuando eres realmente consciente de las consecuencias de lo que tú cuentas en un medio, tú mismo te tienes que autorregular. Esa autorregulación, ese silencio, es un ejercicio de responsabilidad pero también es un ejercicio egoísta”.

“Tu fuente te será fiel cuando tú le demuestres lo que eres capaz de hacer por ella y no hay nada que le cueste más trabajo a un periodista que callarse. Cuando tú le demuestras a una fuente que te callas un día, que te callas dos, que te callas un mes, que te callas dos meses, consigues que esa fuente permanezca a tu lado de por vida y consigues lo más importante de nuestro trabajo que es la confianza y siempre te la recompensan, no hay datos que puedan con un periodista, llegará un día a través de un libro, en la tele o de cualquier otra forma. Hay que planteárselo como una inversión y como un ejercicio de mucha responsabilidad”. 

Considero que esta es una perfecta reflexión para todo futuro periodista con aspiraciones próximas al triunfo en su labor, una gran enseñanza para mí.

Experiencia, rigor y el afán de querer llevar su trabajo lo más cerca posible de la perfección. Mucho interés el que suscitan todas sus palabras y el poder entrar a través de él en las entrañas de sus investigaciones periodísticas, una lección.

Estas son las cosas que me ha enseñado Alfonso Egea, aparte de una perfecta educación y de no haberme podido tratar mejor desde que entré en Espejo Público.

¡Gracias Alfonso, gracias periodista!


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