Victoria de reconocimiento

El Villarreal C.F. firma un partido redondo y se impone con un contundente 3-0 ante el Sevilla F.C.

 

 

Intensidad, contundencia, ocasiones de peligro, rigor defensivo y la magia de Santi Cazorla. Todo ello formó el cúmulo necesario para devolver al Villarreal a la senda de la victoria en LaLiga después de diez jornadas sin lograrlo.

El equipo de Calleja ha decidido imponerse al estado en el que se mantenía toda la temporada y ser conscientes de la importancia vital del choque ante los sevillistas. Así que sí, así ha sido, con el empuje anímico que supuso la victoria en Lisboa se plantaba ante los de Machín convencidos de sumar los tres puntos y dar un salto importante para escapar del descenso.

La situación era crítica y el Estadio de la Cerámica era muy consciente de ello, por lo que apoyaron y llevaron a su equipo en volandas durante todo el choque y se vivió un ambiente en las gradas que ya se estaba empezando a extrañar por tierras castellonenses. Más de 17.000 espectadores y un mismo objetivo: conseguir la victoria sea como sea.

La atmósfera era perfecta para que los futbolistas pusieran el espectáculo, por lo que la fiesta fue completa. El equipo de Calleja salió muy intenso, bien colocado, concentrado y con mucha hambre de llegar a la portería sevillista con peligro. Santi Cazorla llevaba el tempo y de sus botas salían las jugadas de mayor peligro de los locales. De estas mismas creó la asistencia desde el córner para que Álvaro rematara con coraje y marcara el 1-0. El dominio y control del Submarino amarillo no decayó con el gol y siguieron acechando la meta, aunque con alguna llegada aislada de Munir y Silva.

En los últimos suspiros de la primera parte Iborra se inventó un pase en profundidad dentro del área del Sevilla para que Bacca emulase el taconazo de Guti en Riazor y le dejara una asistencia franca y perfecta para que Ekambi empujara dentro de la red. Con este último golpe de efecto y 2-0 en el eléctronico, llegaba el descanso, donde Machín reaccionaba inmediatamente y ordenaba calentar y salir al inicio de la segunda parte a Pablo Sarabia y a Ben Yedder. Tres puntas en la delantera sevillista, lo apostaban todo e iban con todas sus cartas disponibles a darle la vuelta a un partido al que le restaban 45 minutos más y que no pintaba del todo bien con el resultado y con el ritmo impuesto por los locales.

Los cambios de Machín hacían efecto en la segunda parte y el Sevilla llegaba mucho más a la portería de Asenjo, creaba mucho más peligro y frenaba el control del Villarreal. Aún así, la defensa amarilla liderada por el goleador Álvaro lograba frenar las cometidas visitantes, teniendo varias ocasiones claras de cara a gol y que paró Asenjo empleándose a fondo.

A pesar de que el dominio del encuentro se igualó, el Villarreal se mantenía muy entero e incluso llegando al área rival. Tanto es así que llegó el tercer tanto, y la fiesta total en la grada, con una cabalgada de Pedraza por la banda izquierda y que definió a la perfección ante el meta sevillista.

 

Importante paso adelante de los amarillos, que empiezan a recuperar las buenas sensaciones y a sumar de tres, que es lo más importante a estas alturas de la temporada y en la zona clasificatoria en la que se encuentran. Con estos tres puntos más, se sitúan a un solo punto de las posiciones de fuera del descenso y con la dinámica reconvertida por completo para recibir al Sporting de Portugal y sellar la clasificación para la siguiente fase de la Europa League.


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