El central Íñigo Martínez es el gran fichaje de invierno del Athletic Club de Bilbao para las próximas cinco temporadas y media después de que el club bilbaíno abonase los 32 millones de euros de la cláusula del ex-futbolista de la Real Sociedad.
Por todos es conocida la máxima rivalidad existente entre la Real Sociedad y el Athletic Club de Bilbao, pero esta se incrementa todavía más si alguno de sus futbolistas cambia un club por otro siendo uno de los ídolos de la afición. Íñigo Martínez lo ha hecho después de haberse hecho futbolista desde las categorías más bajas de Zubieta y habiéndose convertido en uno de los capitanes de la primera plantilla de la Real Sociedad y todo un referente para la afición txuri urdín.
El central ha elegido el club rival de los realistas, el equipo de Ziganda ya tiene al relevo de Laporte después de su traspaso al Manchester City de Pep Guardiola.
Después de haberlo tenido prácticamente hecho el pasado verano para fichar por el F.C. Barcelona, Martínez prefirió quedarse en la Real y renovar su contrato manteniendo la cláusula de rescisión en 32 millones de euros. Después de media temporada y con la Real en uno de los momentos más difíciles de los últimos tiempos en cuanto a clasificación liguera y sensaciones sobre el césped, uno de los capitanes como el central decide aceptar la oferta del Bilbao y se pasa al bando contrario.
La rivalidad es máxima y el nulo entendimiento de la afición realista ante esta salida es absoluto, lo entienden como una traición en uno de los peores momentos. Incluso el presidente de la Real dice estar sorprendido con la decisión del central, alegando no entender que no se haya esperado al próximo mercado de verano para poder fichar por un club con aspiraciones europeas y de Champions, recordando las ofertas pasadas de Barça, Manchester City y otros clubs de prestigio en Europa.
Sea como sea y a pesar de la rivalidad, Íñigo Martínez es el nuevo central de garantías del Athletic Club de Bilbao hasta el año 2023 por los 32 millones de euros que marcaba su cláusula de rescisión.
¡Suerte en San Mamés, Íñigo!