Hasta siempre, leyenda

Triste, muy triste.

He tenido el privilegio de haber vivido y trabajado cubriendo partidos de la NBA en una de las ciudades más emblemáticas de USA como Los Ángeles. Sentirlo a pie de pista me hizo darme cuenta de la magnitud del legado que supone el nombre de Kobe Bryant en la que fue su casa, su pabellón y su liga, la mejor del baloncesto mundial.

Justo en ese punto del Staples Center, donde impresionan los dos números que le retiraron los Lakers por su increíble notoriedad, hace un año era todo felicidad. Hoy, miles y miles de aficionados, se congregan para llorar la pérdida repentina de su ídolo, su icono, su inspiración.

Cuesta hablar en pasado de alguien tan trascendental en la vida de muchos, pero es la realidad. Kobe traspasaba la pista, creó una filosofía y un método basado en el trabajo que hoy muchos le reconocemos.

 

 

La pérdida es irreparable, pero el legado será eterno. Un tipo sencillo en las distancias cortas y muy familiar se ha llevado con él 5 anillos de campeón de la NBA en 20 años defendiendo la camiseta de los históricos Lakers (convirtiéndose en su máximo anotador histórico), 18 All-Stars y 2 oros olímpicos.

Todo ello y una familia igual de ligada al baloncesto es lo que se ha llevado para siempre un terrible accidente con el helicóptero privado que tan habitual era en la vida de Kobe y de los suyos. Fue, durante mucho tiempo, incluso una manera habitual de llegar a los entrenamientos y partidos. Hoy lamentamos lo que tan cotidiano fue en la vida de la leyenda. La desolación es absoluta.

Regaló momentos inolvidables. Hizo más grande un deporte al que respetó de principio a fin. Fue el ejemplo de talento, compromiso y trabajo; los mismos valores que ya representaba su hija Gigi en su día a día. A pesar de su corta edad, solo 13 años, se había convertido en la heredera más próxima al nivel de su padre; con el que cierra su vida en el infortunio más grande.

 

 

Despedimos así, a sus 41 años, a uno de los mejores de todos los tiempos después de acabar con su vida, la de su hija Gianna, y la de 7 personas más en un accidente de helicóptero tras colisionar con una colina en la ciudad angelina de Calabasas a primera hora de un domingo con mucha niebla.

La desolación es absoluta, se ha ido, pero Kobe siempre será eterno. La familia del baloncesto no vamos a olvidar a Kobe jamás.

Can’t believe that. Prayers for the family.

Hasta siempre, DEP Kobe

Forever legendary, RIP Mamba


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