La Euroliga traía un duelo más entre valencianos y culés, pero esta vez en una Fonteta que vibró como nunca en el mejor ambiente europeo de la temporada.
El Valencia lo hizo todo. Lo bueno y lo malo. Pero, sobre todo, lo bueno nada más empezar el encuentro. Los locales entraron al partido con la concentración que requería la cita, muy intensos en defensa y haciendo daño al Barça a través de la mejor versión de Dubljevic. Los blaugranas no encontraron argumentos que rompieran la buena dinámica valenciana y fueron por debajo en el marcador prácticamente todo el partido. Hasta 16 puntos pusieron de por medio los taronja, desplegando un juego vistoso y una importante solidez defensiva.
Pero todo se torció al final, cuando menos lo esperaba la Fonteta. Los visitantes encomendaron la remontada a su máxima estrella y escalaron en el luminoso hasta rematar la faena. Una vez más un final ajustado mal ejecutado por el Valencia hace que se escape un partido trascendental después de que el capitán fallara 5 tiros libres en los últimos 2 minutos del partido y no se aprovechase la última falta por hacer antes del bonus en la última acción del choque, en la que sentenció Mirotic y dio la victoria a los blaugrana (76-77).