Primera victoria de la temporada fuera de casa en Euroliga para el equipo de Ponsarnau, que tiró de oficio para vencer en Lituania ante un Zalgiris Kaunas que no se dio por vencido hasta los últimos segundos (82-86).
El regreso de Van Rossom, que fue uno de los que más destacaron en el encuentro, marcó una victoria que vuelve a recargar la ilusión de los valencianistas en la competición europea. Un triunfo coral, con aportación de un grupo amplio de jugadores y con el componente ofensivo de la plantilla en su máximo auge.
Tras un difícil balance de 0-6 lejos de la Fonteta, los taronja volvieron a sentir lo que supone ganar fuera de casa en Euroliga. La importancia de sacar este tipo de partidos tras viajes largos y pocos días de descanso puede marcar la diferencia para que se decidan las últimas plazas de acceso a la siguiente fase de la competición, el Top 8.
El buen hacer de Alberto Abalde en los últimos instantes del partido y la buena actitud defensiva para leer lo que demandaba el encuentro tras las ofensivas lituanas, conllevó una importante victoria.