La locura ofensiva relució las carencias defensivas de Villarreal y Granada (4-4)

La historia se repite y el Villarreal C.F. repite los errores de la temporada pasada ante un recién ascendido a la élite que dejó una buena imagen de carácter de equipo

 

 

La reestructuración del Villarreal C.F. dejó patente la efectividad de cara a puerta como dato destacable, pero afloraron de nuevo las carencias defensivas por las que tanto sufrió el equipo la temporada pasada. Delante llegó un recién ascendido a Primera División con las ideas muy claras, con un estilo vertical que le llevó a empatar hasta en tres ocasiones el encuentro y una debilidad defensiva por pulir.

La puesta en escena fue, sin duda, un homenaje al fútbol en la vuelta de LaLiga. El empate a cuatro dejó más satisfecho al Granada que al conjunto local, que en su estadio y ante su afición vio cómo le remontaron un 4-2 con tan solo 15 minutos de juego por disputarse.

El nuevo fichaje Moi Gómez junto a la ya habitual magia de Cazorla llevaron la manija del Submarino amarillo. El primero, con un gol y dos asistencias se convirtió en el jugador del partido y se retiró ovacionado por su público cuando Calleja ya veía el partido controlado.

Los dos primeros tantos fueron tras sendos penaltis y tras el descansó se desató la locura al anotar entre los dos equipos seis goles. El Villarreal salió más metido en el encuentro que en la primera mitad y se adelantó en el marcador poniendo la ventaja de dos goles que se verían recortados tras dos jugadas a balón parado prácticamente con la misma ejecución. Un gol del veterano Soldado y otro de Puertas tras la salida de dos córners pusieron las tablas finales en el electrónico y evidenciaron el sello de autor que tiene este Granada de la mano de su técnico, que alabó el carácter y la imagen ofrecida por sus futbolistas en el estreno en Primera.

Tras el último varapalo del 4-4, los locales acusaron el cansancio físico de ser el primer encuentro liguero y no supieron cómo atacar la meta granadina para cerrar una primera victoria en su feudo que parecía clara tan solo cinco minutos antes de la catástrofe defensiva en las jugadas de estrategia desde el banderín.

Destacó la personalidad de Calleja al no temblarle el pulso en la portería, apostó por la confianza en Andrés Fernández bajo palos y dejó en en banquillo al hasta ahora titular Sergio Asenjo. En la zaga, también apostó por la renovación total dándoles la titularidad a tres incorporaciones de este verano y con Quintillá como único futbolista que ya formaba parte de la plantilla la temporada pasada. Albiol, Peña y Pau fueron los encargados de cerrar atrás, aunque todavía puede que falte engrasar la maquinaria.

 

El viernes nuevo compromiso liguero para el Villarreal, que visitará el estadio del Levante U.D. en busca de la primera victoria tras un debut liguero con luces ofensivas y sombras en la retaguardia.

 


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