El Jefe de ojeadores de Minnesota Timberwolves hace balance del inicio de la temporada y del resurgir de Derrick Rose
Scott Layden tiene la deferencia de atender a mi entrevista después de una dura derrota en la capital de California.
“El balance del inico de nuestra temporada está muy marcado por una situación compleja muy determinada y que arrastrábamos en el tiempo. La plantilla ha tenido que sobreponerse a lo sucedido con Jimmy Butler, quien desde la pretemporada nos transmitió, aunque no de manera directa, su deseo de salir de la franquicia”.
Finalmente, las presiones del jugador forzaron su marcha a Philadelphia 76ers. Tras sellarse su venta, nuestro entrevistado asegura que “Minnesota Timberwolves se quitó un importante peso de encima por el tenso ambiente que esto creaba en torno a la plantilla”.
Scott repasa este capítulo de un convulso inicio de temporada pero focaliza su atención en los fichajes que llegaron en este mismo movimiento de mercado. “Estamos muy contentos de lo mucho que están aportando Dario Šarić y Covington, se han adaptado rápido a la dinámica del equipo y se han comprometido convencidos de lo que esperamos de ellos. Hemos acertado firmemente con el cambio”.
“Terrific Rose”
Esta es la primera expresión que verbaliza el propio ojeador que lo fichó antes de deshacerse en elogios hacia Derrick Rose. “Es un jugador especial por su absoluta humildad. Desde que fui a verle entrenar en Los Ángeles este pasado verano me di cuenta de la disciplina de trabajo que se exige. Es todo voluntad, entrega y sacrificio. Todo ello lo transmite con la humildad de un recién llegado a la NBA, sin importarle el gran peso mediático que lleva consigo. Tenemos que darnos cuenta que es uno de los jugadores más relevantes y reconocidos de la NBA. Además, Derrick cuida todos los detalles y es un jugador que crea vestuario, tanto dentro como fuera de él”. Abordando el “resurgir deportivo” del que fuera MVP de la NBA, Scott tiene claro que se trata de una cuestión de confianza y que, ahora, “está reencontrándose con el jugador referente que siempre ha sido”.
La caricatura que hace de su jugador franquicia es la muestra del estado de felicidad y orgullo permanente que se ha instaurado en los T-Wolves a partir del calado de Rose.
El Jefe de ojeadores concluye esta entrevista catalogando al equipo de Thibodeau como un conjunto “todavía en creación y con mucho margen de mejora con el transcurso de los partidos y de la confianza de las victorias. Tenemos la atención y la meta puesta en mejorar nuestro juego a partir del trabajo conjunto de todos”.
Lo que al principio hizo tambalear un proyecto diseñado en torno a una estrella, ha supuesto la convicción de haberlo revertido con la unión de un conjunto humilde liderado por un MVP de raza.